La unidad I de la central nuclear Ascó se desconectó de la red eléctrica durante la pasada madrugada para iniciar los trabajos correspondientes a la 26ª Recarga de Combustible de la central, que le permitirá acometer un nuevo ciclo de operación de 18 meses. La parada supone la incorporación adicional de más de un millar de trabajadores de diferentes perfiles y especialidades y tiene un presupuesto de 23,3 millones de euros.
Si bien el proceso de recarga de combustible, que da nombre a la parada, consiste en la sustitución de algo más de un tercio de los elementos combustibles que conforman el núcleo del reactor, durante esta parada se ejecutarán más de 13.000 órdenes de trabajo. De todas estas intervenciones, más del 90% corresponden a actuaciones de mantenimiento mayoritariamente preventivo. También están planificadas actividades de mejora de la instalación que solo pueden realizarse cuando la central está parada.
Entre los proyectos relevantes de esta 26ª Recarga de Combustible, cabe mencionar la renovación del sistema de manejo del combustible, actividad que incluirá la instalación de una tapa temporal de la vasija del reactor que permite minimizar el impacto radiológico a los profesionales que realizan los trabajos. El uso de la tapa temporal en Ascó aprovecha la experiencia positiva de su utilización en las últimas recargas de CN Vandellós II.
Otro trabajo destacable será la sustitución de cuatro de los termopares intranucleares, que forman parte de la instrumentación utilizada para medir la temperatura del agua en el interior del reactor y determinar la potencia a la que éste funciona. También se realizará la inspección del fondo de la vasija y de las toberas de rama caliente, la inspección visual remota de la tapa de la vasija o la inspección de tubos por corrientes inducidas en los tres generadores de vapor. Así mismo, se llevará a cabo la revisión general de la turbina de alta presión y la implantación de mejoras en la estación de tratamiento de hidrógeno del alternador.
La realización coordinada de todas las actividades previstas para esta recarga requiere una planificación previa detallada que involucra a todas las unidades organizativas. Éstas trabajan de forma conjunta y orientada a un objetivo prioritario: ejecutar todas las tareas programadas de manera segura, eficiente y ajustada al programa. Para ello, ha resultado fundamental la formación previa de todo el personal incorporado, que ha registrado más de 1.800 asistencias a los cursos organizados, y el compromiso tanto de ANAV como de las empresas que prestan servicio durante la parada con el desarrollo de todos los trabajos con los más altos estándares de seguridad.